Del qual edicto, aunque entonces hizo algun desprecio, i mofas
satiricas Eveno Philosofo;
muchos le alabaron mucho.
I los
Emperadores siguientes le abra
çaron de su erre, que ni en Italia,
Francia, España, Vngria, Bulgaria, Esclavonia, ni en otras partes,
permitteron, por mucho tiempo,
plantar nuevas viñas, hasta que començ
ò à dar algunas licencias para ello el Emperador Probo.