I Antonio de Herrera,
que
con gran particularidad refiere el
singular cuidado con que nuestros
prudentes, i providentes Reyes,
desde los primeros descubrimientos de estas provincias, fueron, en
procurar entablar la labrança, i
criança en ellas, i que en diversas
ocasiones embiaron desde España,
solo para este efeto, à su costa, muchas familias de labradores.