Porque (donde no ay caridad,
no puede aver justicia, como lo dize un capitulo del decreto
) I
el vulgar Axioma, de derecho, i
buena razon nos enseña, que la caridad bien ordenada, ha de comen
çar de nosotros mesmos:
en tanto grado, que dizen los que le comentan, que no puede aver mandato, ni autoridad de superior,
que obligue à lo contrario; i que
tiene escusa, qualquiera, que por
acudir precisamente à sus cosas,
desampara las de su proximo, aunque sea en inminente necessidad, i
trabajo.