I aunque Iuan Matienzo no le
condena del todo, como se muden
por vezes los Indios, i se les pague
en mano propia competente jornal al tiempo que se despiden.
I
el Padre Ioseph Acosta siente lo
mesmo, con que el tiempo no sea
mucho, ni el trabajo pesado, por
dezir, que esto lo requiere, como
de fuerça, la increible incomodidad, i falta de gente de servicio,
que ay en estas provincias.