I no se puede dezir, que fue injusta, ni pecaminosa la entrada de
un Principe, que examinò bien al
principio la justificacion de la guerra, que tratò de hazer.
Pues
no lo es, la del que se sigue la opinion, que se tiene por probable.
Ni peca, ni excede el que
siguiendo el consejo de hombres
graves, i doctos, haze qualquier
acto, que por leyes humanas se
tenga por prohibido, ò injusto.